Posibilidades Ilimitadas, en limitado.

Posibilidades ilimitadas, en limitado.

De experimento en experimentos fuimos rebotando, algunos con más éxito que otro. Tratando de armar un formato limitado casero: 4 Orgullo Nativo, 2 Bosque oscuro 2 Inicio, una mezcla de caos genético y fauna de johas que terminaba con un evento que duraba más que un Jesús María. Todos con sus altos, y muchos con sus bajos.
 Se lograba una experiencia más o menos homogeneizada de “muchas unidades de costo bajo traban la partida” o “no me dan las cartas para terminar el mazo, no me alcanzan.” Y, mi favorito personal “Tengo 6 madrigueras tolvas entre lo que elegí.”
 Todas las encarnaciones tuvieron su grado de complicaciones pero todas apuntan al mismo resultado, no hay nada mejor que jugar limitado.
 Quizás muchos de ustedes que leyendo puedan compartir mis experiencias en otros tcgs, los cuales siempre tienen el formato “limitado”. ¿Qué es eso? Se preguntarán algunxs pocos. Básicamente, como su nombre sugiere, se trata de presentarte en el día y armar un mazo a partir de un pool de cartas recién obtenidas, sin cartas adicionales de tu colección personal.
 Te sentás, te damos unos sobres cerrraditos, los abrimos entre todos, y armamos un mazo con eso.

El pasamano:
El proceso es bastante sencillo. Se hace un  “pasamano”. Abrimos nuestros sobres, examinamos el contenido, elegimos una carta, y pasamos el resto a nuestra izquierda. Cuando terminemos de elegir las 10 cartas, les echamos un ojo y enseguida nos movemos al segundo sobre, con la distinción de que ahora pasamos a la derecha. En el tercero volvemos a pasar a nuestra izquierda, y en último sobre volvemos a pasar a nuestra izquierda.
 ¿Qué se logra con esto? Se logra obtener dos fuentes de cartas distintas, lxs jugadorxs a tu izquierda pueden estar eligiendo otras cartas, u otras razas, que los jugadores de tu derecha. También, con mucha práctica y teoría encima, se puede llegar a especular qué están eligiendo nuestrxs compañerxs de juego.

Los placeres de arreglársela con lo que haiga:
Para armar nuestro mazo tenemos que seguir algunas pocas reglas, estas están puestas para asegurarse de que todos tengamos una experiencia agradable con nuestro botín, y son las siguientes:
-No menos de 29 cartas+1 base.
-El mazo puede contener hasta 20 cartas de una raza principal.
-El mazo puede contener hasta 10 cartas de una raza secundaria.
-El mazo puede contener cualquier cantidad de cartas neutrales.
El número recomendado para el tamaño del mazo siempre va a ser 30, a menos que tengamos una excesiva cantidad de cartas espectaculares, siempre queremos robar las 4 o 5 cartas que nos ganan los partidos.

 

 

 

 

 

Menos estrellas que el fútbol de ascenso, y más gloria que la champions:
 

¿Dónde está el pulso del formato? ¿Qué es lo que motiva esta amalgama de errores de puntuación y entusiasmo? Fáaaacil, la capacidad de crear monstruosidades a partir de interacciones que jamás serían viables en un formato construido.

¿Un bythro iracundo que el segundo turno te entra por 4, y luego por 3, para luego ser un valiente bloqueador? Planazo.

Combinaciones de cartas de 1 estrella son los fuertes de estos mazos, no nos olvidemos que son de las que más vamos a disponer. Pocos mazos terminan jugando más de 3 o 4 cartas rareza 3. Ni hablar de las chances de que alguno cuente con unas de esas cartas con estrellitas celestes y tantas habilidades que pregonan que ya te gané.
  


No, nada de eso. Este es el territorio dónde un puente que vale 2 de energía es crucial, y una carta como Avekriz comehongos puede cambiar el rumbo de una partida.
 Con mazos girando alrededor de interacciones como ensamblar o infectar podemos encontrarnos frente a un formato no sólo divertido, sino que extremadamente desafiante de dominar y de entender. 
 Poderes de destrucción de unidades, efectos para acomodar las cartas de nuestro mazo, unidades que refuercen nuestras filas son las primeras en ser elegidas, así que toda oportunidad que tengamos para hacernos de algunas copias, son impagables.
 
 Por eso espero Captura, para poder seguir experimentando en este mundo de abrir sobres y emocionarnos con las unidades de 1 estrella, para seguir puliendo los arquetipos del formato, y, si estamos a la altura, ganar un par de partidas.
  Por aquí me van a ver escribiendo sobre cómo perdí un torneo por elegir mi 4to hachero (historia real) por sobre un ataque certero, cómo siempre evalué mal las cartas caras, y los paralelismos entre la habilidad canalizar y el mercado de pases de Independiente.
 Hasta entonces, me despido.

 
 Rodrigo.